La lamentable situación que estamos viviendo por la indecorosa actuación de determinados laboratorios médicos con las vacunas tanto tiempo esperadas y al final parece ser que vendidas al mejor postor, nos reafirma en la opinión de que todo este emporio comercial tiene como fin primordial el ganar dinero aun a costa de la salud de la gente. Basta repasar el tipo de tratamientos que cada vez con mas frecuencia se van implantando, son paliativos, no curativos, de tal manera que la persona enferma esta condenada en la gran mayoría de los casos a la toma crónica de una ingente cantidad de fármacos, los costes de dichos fármacos y los márgenes comerciales que se emplean ( aconsejo leer el libro "LA SALUD PROHIBIDA " del Profesor Andreas Kalcker) nos ponen al corriente de la magnitud de los ingresos de que disponen dichos laboratorios, capaces de comprar la voluntad de entidades o hasta incluso a corromper al político mas idealista. Frente a todo este engranaje comercial surge la medicina natural, económicamente es una mínima hormiguita ante un gigantesco elefante pero que curiosamente le molesta mas que lo esperado, la falta de evidencias científicas ( se refieren a sus evidencias científicas que les obligan a retirar medicamentos por efectos adversos al poco de haber demostrado su supuesta eficacia ) les hace olvidar que la acupuntura lleva curando a la población del oriente desde mucho antes de conocer los productos farmacéuticos o que el ser humano ha recurrido a las plantas para sanar desde los inicios de los tiempos. Por supuesto debemos avanzar en nuestros conocimientos médicos pero no desdeñando técnicas milenarias porque no somos capaces de demostrarlos científicamente. No quiero terminar este articulo sin reseñar que el doctor Hahnemann descubridor e ideólogo de la homeopatía coincidió en concepto, tiempo y lugar con el Dr. Eduard Jenner descubridor de las tan admiradas vacunas.